miércoles, 18 de enero de 2012

Duele... y mucho...

Intento no pensar en lo mucho que me ilusioné pensando que todo iría bien, que al final todo sería bonito. Soy gilipollas, lo sé. Cada uno cometemos nuestros errores, y aprendemos de ellos. Pero, sabéis qué? Que me volvería a equivocar mil veces más, porque es una lección más aprendida, un poquito más fuerte cada día que pasa.
Creo poder sonreír, y si no puedo pues bueno, al menos lo intento, suelen decir que lo que vale es el esfuerzo.
Soy adicta a esto que me pasa, es como un fumador, que no puede dejar de fumar, y que cada día que pasa, se engancha mucho más. En verdad, no es ni comparable a mi adicción... Ojalá mi adicción fuera sonreír, pero por desgracia no lo es.
Hoy me irá mal, y mañana también y pasado también, hasta que valla aprendiendo de estos errores... Pero uno no nace aprendido, va aprendiendo con cada golpe.




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