domingo, 3 de febrero de 2013

Que le iba ha hacer, no me lo esperaba, yo llegue con mis amigas donde se encontraba el resto, levante la cabeza y ahí estaba, no podía ingeniármelo, he incluso dude de si era el, que por desgracia si que lo era.

No había cambiado nada, físicamente seguía tan atractivo y con su sonrisa fea, pero especial que enamoraba a cualquiera, su forma de vestir y su pelo tan pijo como de costumbre pero.... no era el mismo, ya no me miraba como antes, de hecho, no me dirigía la mirada, eramos dos extraños, como si nunca nos habríamos conocido, como solía ir diciendo el por ahí. Todas nuestras aventuras  que vivimos de niños se habían perdido, como lo nuestro no funciono y como es un autentico gilipollas, mando a la mierda todo, cosas que no tenían nada que ver, perder nuestra amistad. 

La verdad es que me había dolido mucho verle, tantos recuerdos que había guardado con llave para no sacarlos y que de repente volaron por toda mi mente, quizás la que cambio fui yo, pero, que tenia antes que ahora ya no, era la misma y el sabía como era de sobra. Lo que sigo sin entender es como o por que el jodido destino hizo que nos volveríamos aver, estos últimos ocho meses había aprendido a estar sin el, no lo necesitaba, pero el ataque que me lanzo el destino no lo entenderé ni hoy ni nunca.

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